
Cuando un discurso tiene 'eco' en el quehacer colectivo de la sociedad y sus estructuras más profundas en cuanto a creencias, valores y hasta en preferencias masivas hacia una situación determinada podemos decir que ese discurso, esa lectura que hacemos de lo que vemos, escuchamos y observamos nos afecta y eso es de mucha importancia.
Hace unos días Javier Aguirre Onaindía, Director Técnico de la Selección Mexicana de futbol, hizo declaraciones a un medio español en torno a la posición o el lugar "real" que tiene la selección a nivel mundial y las aspiraciones de ésta en la próxima Copa del Mundo.
Así como se ha manejado desde siempre, Javier fue tajante al decir que estadísticamente sería complicado pensar en que México ocupará puestos altos en Sudáfrica, ya que ha quedado en los últimos mundiales por debajo de los primeros diez lugares.
Siguiendo con las declaraciones del ex jugador que debutara como tal en las Águilas del América en 1978, además de haber jugado para el Osasuna de España (al que también dirigió), el Atlante y las Chivas Rayadas del Guadalajara, éste tuvo el (des)acierto de hablar de la inseguridad que priva en nuestro país y de su sueño de culminar su carrera como DT en Europa (quién puede negarle el sueño si en Pamplona y también con el "Atleti" hizo soñar a más de uno).
En este punto, mucha gente lo empezó a criticar por el compromiso que tiene con la selección, por pensar (según sus detractores) más en el después que en el aquí y el ahora, además de comentar en la entrevista que México estaba 'jodido', dicho esto por el entorno social al interior del país.
Dicen que su discurso se trató de dos temas muy diferentes y que su error fue mezclarlos y llamar 'jodido' a su país, que "sus muchachos" de la selección estarán ahora decepcionados del 'héroe', 'del salvador' de un proceso (que jamás lo fue) que parecía que ponía a la selección fuera o lejos de Sudáfrica (recordemos que estábamos muy cerca de ver desde casa y "con los ojos rasgados de tanto llorar" el mundial de Corea- Japón en 2002), pero si he de ser sincero dudo que los jugadores se decepcionen de Aguirre, de que la gente (pensante o no) lo quiera ver ahora mismo fuera de "la verde"; la equivocación del "Vasco" radica en "doblar las manos", en "hacer lo que le dicen", tan es así que aunque se disculpó de manera pública por sus declaraciones, él no dijo nada que no se viera en todo el mundo, no dijo nada que no supiéramos.
La Selección Mexicana no evoluciona, menos nuestro futbol y mucho menos nuestra sociedad porque las oportunidades para hacerlo son pocas y desaprovechadas; en el futbol prefieren 'petardos' extranjeros que la cantera de los equipos, un buen ejemplo de cantera son las chivas con sus 7 de 7 (y casi seguro llegarán a 8 de 8), el Pachuca que era el otrora descendido en automático en los noventas o el Atlas que no es campeón desde hace rato pero como vende jugadores y tiene seguidores más fieles que una enamoradiza de un príncipe (y ya estoy viendo y escuchando al buen "Gus" y a mi hermano cantar los goles del "chamaco" Zepeda) y así me puedo seguir con los Pumas, que aunque ya no son como antes, de menos los Barrera o los Juárez muestran el Puma con su pundonor.
Luego entonces se puede pensar que hasta gobernación mandó al 'Vasco' (con su jalón de orejas y coscorrón, como lo hicieran las abuelitas de los niños traviesos de mi época de infante) a retractarse de sus comentarios que porque "dañan la imagen, la credibilidad y el turismo del país".
La verdad la equivocación más grande de Javier es ser frontal (eso es pecado en la idiosincrasia mexicana) y haber llegado como "Cura Hidalgo" y de ahí ser visto como "Hernán Cortés".
De antemano quisiéramos no mezclar política y futbol (que porque no se llevan y vieran que bonitos discursos expone Bauer en el América para defender a Ordiales, De Luisa y Chucho, a Jesús Martínez para traer a Pelé, Blatter y compañía cada que su territorio Tuzo tiene algo para mostrar, a Melvin Brown 'apenado' por cobrar, a Angélica y Jorge Vergara cada que una "chiva" topetea y no le gusta lo reducido de su corral y así podemos poner más ejemplos) pero eso no se puede y eso que Compean se acomodó cual Beatriz Paredes en la silla dirigencial del PRI, cual míster de inglés diciendo "repeat after me".
Entonces, ¿que hacer?, ¿a quién creerle?, ¿cómo mirar a Aguirre y decirle ¡¡¡vamos 'Vasco'!!!? (siempre he creído que desde que lo bautizaron con ese mote le quisieron decir "vete güey, nos sobra gente como tú y hasta mejor"). Meditemos un poco el por qué y construyamos un para qué en pro del crecimiento del país y de cada uno de nosotros; llenemos la maleta de ilusiones como Javier cuando fue a jugar a España, sigamos con la convicción de que las cosas se pueden lograr como cuando después de un repechaje fue campeón como técnico del Pachuca y lo que es mejor, demostremos que los mexicanos podemos contra todo lo adverso, que podemos soñar como cada 4 años con un lugar mejor en cada Copa del Mundo, al fin y al cabo y dígase lo que se diga hay dos cosas en las que no dejaremos de creer: en la Virgen de Guadalupe (y si no, díganme de cuantas Lupitas no son y serían devotos) y en la Selección Mexicana de fútbol, ahí se las dejo de tarea...
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