
El éxito está representado por las cosas que nos salen bien, por las expectativas que genera el ser reconocidos o halagados pero, ¿de dónde viene la fuerza para lograr el éxito? Muchos la asocian con las habilidades del pensamiento o con las teorías de las necesidades y motivaciones y claro que hay argumentos para determinar que estas teorías tienen mucho de ciertas.
Nadie puede negar que desde esta perspectiva otro factor es la participación de todos los miembros de los equipos que conforman estaciones de trabajo, líneas de producción, grupos de clase de cualquier nivel, especialidad, etc.
Cuando se habla de participación se cree que ésta debe darse al generar un proceso de integración de todos los miembros de un equipo en base a intereses comunes y afinidades, pero gracias al factor de la cultura individual nos podemos dar cuenta que esto no se puede determinar a priori. Siendo más concreto debo decir que no sólo por recibir un salario la gente siente motivación para trabajar, es un factor sí, pero no es el único.
La interacción de un líder de actividades (o jefe inmediato en los empleos) con sus subordinados (compañeros de equipo) es en nuestros tiempos una dinámica que saca a flote los problemas cotidianos de nuestro quehacer laboral. Atrás quedaron las dinámicas de "yo mando" y "Por que yo te pago y soy tu jefe".
Ahora la participación e integración están constituidas por hacer conscientes a los miembros de un equipo de la importancia de su labor, del cumplimeinto de las metas trazadas, de la importancia de la comunicación entre todos los miembros de una organización para generar sistemas eficaces en todos los niveles que requieran la participación de todos.
Un líder participativo gana adeptos de su gente con mayor facilidad porque con su trabajo muestra un método de trabajo a desarrollar, predica con el ejemplo, aprende de su gente y explota no al obrero sino las potencialidades que su compañero de equipo tiene más desarrolladas para cumplir lo que se le indica y con el paso del tiempo estas personas lograrán la automotivación y la identificación de su espacio de trabajo además de sentirse parte del lugar de trabajo, del lugar donde estudian y eso es la clave para generar una cultura de éxito a nivel empresarial y profesional.
Así que usted trabaje, aprenda, aplique, muestre e ilustre a su gente ya que solo así logrará consolidar un éxito que no estará reflejado en reconocimientos de papel y pluma sino en la satisfacción de haber dejado una enseñanza en la gente que alguna vez compartió tareas laborales y de aprendizaje con usted.
Así, he de decir que yo no quiero ni muestro papeles, mucho menos cargos, sólo entrego mi persona con pasión por lo que hago, que de alguna manera será para cada uno de los miembros de mi equipo una enseñanza, una lección de vida y una experiencia que construimos todos porque el éxito es suyo, yo sólo edifico sueños que ya labramos desde hace tiempo al hacer camino al andar.
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